Gran jornada la de hoy. Hoy ha sido el primer día que desde el comienzo no me he sentido bien, estaba cansado. Menos mal que los impresionantes recorridos por los que me he “arrastrado”, motivaban a seguir, y cada valle nuevo que descubría, no hacía más que animarme a continuar. La verdad es que cuando he partido desde Parzan y he empezado a subir la pista que va dirección al collado de Pietramula, las vistas eran espectaculares pero la pista dejaba mucho que desear. Subir a Pietramula, y el resto de la jornada ha sido como para enmarcarla en un cuadro. La bajada a la Pineta, la durísima e interminable subida a la Collata de Añisclo, la zona del Refugio De Goriz, la bajada por las clavijas a la Cola de Caballo,… Todo, la verdad, quitando mi físico que dejaba mucho que desear, ha sido perfecto.
Como anécdota del día, cuando estaba comiendo algo en el Refugio de Goriz, unos clientes se han quejado de lo caros que son los productos en los refugios. La gente no entiende que a muchos de esos refugios, el género hay que subirlo en helicóptero y que eso sube mucho los costes. Los refugios serán caros, pero las raciones que en ellas se dan son de campeonato. Te sacan unas raciones de tal tamaño, que cuando dejan el pedazo de plato gigante en la mesa, los macarrones te miran a los ojos y te dicen “tío, hoy uno de los dos ¡no sale vivo de aquí!”